Después de varios días de lluvia y temperaturas más bajas, las guardias de hospitales y centros asistenciales comenzaron a notar un descenso de las consultas por dengue. Sin embargo, los registros semanales vienen mostrando un sostenido número de casos. Por eso, según los expertos, no hay que bajar la guardia ya que aún quedan meses de circulación del virus.

La última “Sala de Situación” mostró que en nuestra provincia, por semana, hay un promedio de 5.000 contagios de la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti. Eso viene ocurriendo desde hace un mes y hace pensar que la curva del dengue estaría tendiendo a estabilizarse.

Mapa provincial

El mapa provincial que muestra el desarrollo del brote de dengue tiene a Cruz Alta, Yerba Buena y Río Chico como las zonas más afectadas. En total, este año ya se reportaron 29.160 casos, de los cuales 23.302 tienen comprobación por laboratorio y 5.858 fueron diagnosticados por clínica y nexo epidemiológico.

¿Qué se puede esperar para los próximos días? El doctor Miguel Ferre Contreras, jefe del Departamento de Inmunizaciones del Siprosa, informó que aún continúa firme la cantidad de casos reportados al sistema. Hay unos 4.000 tucumanos que actualmente están cursando la enfermedad, precisó.

“Todavía falta que desciendan varios grados más la temperatura, y durante varios días, para que cese la actividad del mosquito. Tiene que hacer menos de 12 grados”, explicó. Y apuntó a otra cuestión no menos importante: “en estos días de lluvia que tuvimos, seguramente muchos recipientes se llenaron de agua y pueden servir de criaderos de Aedes. Todos tenemos que poner de nuestra parte y romper con el círculo”.

La preocupación de las autoridades sanitarias es se anuncian días temperaturas máximas que llegarán a los 28 grados. Eso, sumado al agua acumulada de las precipitaciones, forman un escenario propicio para el desarrollo del Aedes aegypti. Por eso es clave la limpieza de potenciales cacharros que se encuentran a la intemperie.

Procesos biológicos

Giselle Rodríguez, perteneciente al Instituto Superior de Entomología (Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo de la UNT) y al Instituto Nacional de Medicina Tropical (Sede Tucumán), señala que sí se puede esperar que empiecen a bajar los casos en las próximas semanas. Por varios motivos. Por un lado, los procesos biológicos de los mosquitos se vuelven más lentos con el frío, entonces tardan más entre una postura de huevos y la siguiente. Además, pican con menos frecuencia y el virus tarda más tiempo en reproducirse en el mosquito.

“Cuando baja la temperatura disminuye la tasa de replicación del virus. También, cuando está más fresco, la gente se cubre más su cuerpo por lo que el acceso a la sangre a través de las picaduras se hace más difícil para las hembras”, explicó.

Sin embargo, Rodríguez aclara que ese descenso en la cantidad de contagios no se verá inmediatamente por el desfase que hay entre el momento de la infección y la aparición de síntomas. Además, hay muchos mosquitos infectados en este momento, y mientras estos sigan vivos y picando, va a continuar la transmisión alta.

Dentro de casa

“Adentrándonos al invierno los mosquitos, inmaduros y adultos, se van aletargando hasta que mueren. Primero mueren los estados inmaduros acuáticos del Aedes y luego los adultos terrestres; lo cual llevará seguramente a qué se corte la transmisión”, indicó la especialista. Sin embargo, aclaró que dentro de los hogares puede sobrevivir el mosquito incluso en invierno, por las temperaturas cálidas que creamos dentro de estos espacios, utilizando estufas por ejemplo. “Por eso, es importante controlar los potenciales criaderos dentro de estos microambientes”, sugirió.

Estos potenciales criaderos pueden ser desde plantas acuáticas, bebederos de animales, portacepillos de dientes y secaplatos hasta las bandejas que están debajo de las heladeras y que sirven de drenaje. En todos estos casos, el consejo es quitar a diario el agua acumulada y cepillar las paredes o tirarles agua hervida.

Proyecciones

Hasta ahora la circulación del dengue en nuestra provincia siempre tuvo un corte en invierno. En 2023, por ejemplo, hubo casos hasta agosto y luego reaparecieron los contagios en diciembre. Lo que nunca había sucedido es que se registraran dos epidemias seguidas, tal como ocurrió esta vez. Generalmente, entre uno y otro brote pasaron al menos tres o cuatro años.

“En Tucumán todavía no hay departamentos en los cuales no se corte la circulación de dengue en algún momento; y de hecho es la primera vez que tenemos dos epidemias seguidas. Sin embargo, cuando uno analiza la situación de la Argentina y de los países limítrofes, la proyección es que el dengue va a estar presente todo el año y el año que viene también lo tendremos”, adelantó Ferré Contreras.

Según el funcionario, se trata de una enfermedad que avanza de la mano del cambio climático, del aumento de temperaturas y de todas las condiciones favorables para que este mosquito aumente su presencia.

Ese razonamiento, de hecho, fue el que llevó a las autoridades sanitarias a decidir la compra de vacunas contra el dengue, que serán aplicadas en primera instancia al personal de la salud, a los docentes y a los policías. Después, analizarán si se puede avanzar en algún otro grupo de la población que, seguramente, será en personas de 20 a 40 años, según lo recomendado por la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn) para zonas endémicas.

Demasiados criaderos

Leandro Medina Barrionuevo, director de Salud Ambiental del Siprosa, contó que en los distintos operativos que vienen realizando en los barrios siguen encontrando muchos criaderos de mosquitos. Los agentes sanitarios van, casa por casa, mostrándoles a los vecinos cuales son los sitios donde se cría el Aedes para que puedan eliminarlos.

“Algunas personas que han padecido dengue aún no toman conciencia de esta situación. Muchas veces nos pasa de llegar a una vivienda donde expresan que hay una persona enferma y encontramos un recipiente con larvas del mosquito en el fondo o en el patio. Entonces, nos damos cuenta de que todavía falta más trabajo de concientización y acompañamiento de la población”, expresó durante un procedimiento que se llevó a cabo ayer en el barrio Echeverría.

FUMIGACIÓN. En el barrio Esteban Echeverría, los agentes sanitarios realizaron ayer operativos de prevención. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Así podés prevenir

- Eliminar los recipientes en desuso que puedan acumular agua.

- Cepillar y cambiar regularmente el agua de bebederos de animales.

- Evitar plantas en recipientes con agua.

- Mantener los patios y jardines desmalezados.

- Mantener limpias y cloradas las piletas de natación.

- Verter agua caliente (100°C) en rejillas de desagüe y colocar mallas metálicas o tela mosquitera.

- Mantener tapados tanques y recipientes que almacenan agua.